El mejor momento para programar la sesión sitter es cuando tu bebé está descansado y de buen humor. Generalmente, las mañanas funcionan mejor, después de una siesta y de haber comido bien. Esto ayuda a que se sienta tranquilo y colaborador durante toda la sesión.

En cuanto al vestuario, lo ideal es optar por prendas cómodas y suaves. Los conjuntos de algodón o lino son perfectos, y los colores neutros resaltan su piel sin distraer la atención. Si el estudio ofrece vestuario, vale la pena usarlo: son prendas seleccionadas específicamente para fotografía y se adaptan perfectamente a los sets disponibles.

Conviene llevar una muda extra, pañales, toallitas y algún objeto familiar como un peluche o manta, para que el bebé se sienta seguro. Si los papás también aparecerán en las fotos, pueden coordinar sus colores con el fondo y la ropa del bebé. Esto da cohesión y armonía a las imágenes finales.

El secreto está en mantener un ambiente relajado. Los bebés perciben la energía de los adultos, y cuando los padres disfrutan la experiencia, ellos también lo hacen.